Pasamos la primera semana de agosto en esta casita que, aunque puede resultar algo pequeña, está muy bien equipada y tiene todo lo necesario para que una familia de 4 miembros (2 adultos y dos niños pequeños) puedan disfrutar del verano.
Kasia y Peter, los anfitriones, son majísimos y nos ofrecieron todo tipo de ayuda y de indicaciones para ubicarnos en la zona.
La propiedad consta de 4 casas, tres de ellas se alquilan y la otra es la de los propietarios. No tuvimos ningún tipo de problema de intimidad, es más, en todo caso fueron nuestros hijos (sobre todo el pequeño de 6 años) el que accedió a las otras propiedades sin permiso en algún descuido puntual.
Los anfitriones tienen un perro (Lego) que es un amor y que estuvo jugando todos los días con nuestros hijos lo cual lo agradecieron mucho dado que no tenemos mascotas en nuestro domicilio habitual. El perro está muy bien educado y es perfecto para jugar con peques.
La propiedad cuenta con 2 habitaciones y en salón hay un sofá que puede convertirse en cama. Tiene aire acondicionado potente (lo agradecimos en plena ola de calor) y el espacio disponible puede resultar algo escaso si no se sabe a lo que se viene. Las fotografías muestran la realidad de la estancia, es tal y como se ve en las fotos.
El jardín está muy cuidado (lo riega Kasia todas las mañanas) y la piscina (de tipo desmontable) se agradece mucho. La escalera de la piscina puede parecer algo frágil pero no da problemas.
Existe una barbacoa que usamos un par de veces que funciona perfectamente. Tienen Wifi y Netflix. La conectividad es muy buena.
En cuanto a la ubicación, está a las afueras de Chiclana y hay unos 12 minutos en coche hasta la playa de la Barrosa. La comunicación para ir a Cádiz es muy buena (unos 20 minutos) dado que la autopista está bastante cercana.
La única cosa que le puede faltar a la casa es una lavadora, cosa que comentamos con Kasia antes de irnos. Por lo demás, todo genial.